En nuestro estudio de las tipologías textuales, esto es, la forma en la que podemos clasificar los textos desde una perspectiva lingüística, hemos ido desarrollando la teoría de cada una de ellas. Ahora pasamos a la parte práctica con un ejemplo de comentario de un texto descriptivo.
Antes de entrar en materia, invitaros a revisar las características que nos permiten determinar que estamos ante un texto descriptivo <– (haz clic). Puesto que es importante tener clara la teoría que se ha de aplicar a la práctica.
Asimismo, es preciso adoptar un modelo de comentario que sea lo más completo posible. Toda vez que un texto se puede abordar desde diferentes perspectivas. Nosotros vamos a seguir las pautas que dimos en nuestra entrada: Cómo realizar un análisis de texto.
Como es obvio, lo primero de todo a la hora de hacer el comentario de un texto descriptivo es leer el texto en cuestión. En nuestro caso, hemos elegido un fragmento de la novela La Regenta de Leopoldo Alas “Clarín”:
Texto descriptivo de La Regenta de Leopoldo Alas “Clarín”
La heroica ciudad dormía la siesta. El viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte. En las calles no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina en esquina revolando y persiguiéndose, como mariposas que se buscan y huyen y que el aire envuelve en sus pliegues invisibles. Cual turbas de pilluelos, aquellas migajas de la basura, aquellas sobras de todo se juntaban en un montón, parábanse como dormidas un momento y brincaban de nuevo sobresaltadas, dispersándose, trepando unas por las paredes hasta los cristales temblorosos de los faroles, otras hasta los carteles de papel mal pegado a las esquinas, y había pluma que llegaba a un tercer piso, y arenilla que se incrustaba para días, o para años, en la vidriera de un escaparate, agarrada a un plomo.
Vetusta, la muy noble y leal ciudad, corte en lejano siglo, hacía la digestión del cocido y de la olla podrida, y descansaba oyendo entre sueños el monótono y familiar zumbido de la campana de coro, que retumbaba allá en lo alto de la esbelta torre en la Santa Basílica. La torre de la catedral, poema romántico de piedra, delicado himno, de dulces líneas de belleza muda y perenne, era obra del siglo diez y seis, aunque antes comenzada, de estilo gótico, pero, cabe decir, moderado por un instinto de prudencia y armonía que modificaba las vulgares exageraciones de esta arquitectura. La vista no se fatigaba contemplando horas y horas aquel índice de piedra que señalaba al cielo; no era una de esas torres cuya aguja se quiebra de sutil, más flacas que esbeltas, amaneradas, como señoritas cursis que aprietan demasiado el corsé; era maciza sin perder nada de su espiritual grandeza, y hasta sus segundos corredores, elegante balaustrada, subía como fuerte castillo, lanzándose desde allí en pirámide de ángulo gracioso, inimitable en sus medidas y proporciones. Como haz de músculos y nervios la piedra enroscándose en la piedra trepaba a la altura, haciendo equilibrios de acróbata en el aire; y como prodigio de juegos malabares, en una punta de caliza se mantenía, cual imantada, una bola grande de bronce dorado, y encima otra más pequeña, y sobre esta una cruz de hierro que acababa en pararrayos.
Ejemplo de comentario de un texto descriptivo
Una vez realizada una lectura comprensiva del texto, podemos observar el predominio de la función poética del lenguaje. Toda vez que la intención última del emisor está enfocada hacia el propio mensaje. Esto es, el autor pretende hacer arte a través de las palabras, pues se trata de un texto de carácter literario.
Para nuestro ejemplo de comentario de un texto descriptivo hemos utilizado el inicio de La Regenta. Conocemos la obra y sabemos que es literaria, pero aún sin conocerla sería evidente que el estilo empleado no es el de una descripción al uso —como, por ejemplo, en un blog de viajes—, sino que está muy elaborado y plagado de recursos retóricos.
De igual modo, en tanto que función secundaria del lenguaje, también aparece la función representativa. Puesto que, como podemos observar, el tema tratado en este texto es el de la descripción de la ciudad de Vetusta. En consecuencia, a través del texto se nos traslada una información relacionada con el contexto. Es decir, se nos ofrecen elementos descriptivos que nos permiten situar un escenario y que de forma objetiva podemos comprobar su correspondecia con la realidad.
La tipología textual
Como ya hemos visto, estamos ante un texto literario, en concreto es un texto narrativo, pues se trata del fragmento de una novela —también sería obvio si no se conoce el texto—. Pero, a pesar de que hay narración, la finalidad principal en este texto no es narrar, sino describir.
En efecto, a través de la narración se nos dice cómo es una “cosa”. En concreto, se está describiendo una ciudad, Vetusta. Por tanto, estamos ante una descripción topográfica, o sea, de un lugar. De este modo, podemos determinar que la tipología principal del texto es descriptiva y la secundaria narrativa.
Asimismo, la descripción que se ofrece es dinámica, toda vez que el texto se estructura sin un orden espacial determinado, pues el narrador centra el foco en distintos elementos de la ciudad de forma arbitraria.
Así pues, comienza hablando del cielo y el viento que azota las calles de Vetusta. A continuación centra el foco en los remolinos de suciedad que se dispersan entre las paredes de los edificios, los escaparates o los faroles de la ciudad.
Prosigue la descripción llamando la atención sobre el tintineo de la campana de la catedral. Donde se va a detener para ofrecer detalles de la torre de la catedral, y la cruz y el pararrayos que se encuentran en lo alto de esta.
Elementos lingüísticos del texto descriptivo de La Regenta
Si analizamos en detalle los elementos lingüísticos que componen este texto descriptivo de La Regenta, podemos observar el abundante empleo de la adjetivación: “heroica, caliente, perezoso, blanquecinas, estridente, dormidas, sobresaltadas, temblorosos, pegado, noble, leal, etc.”.
De la misma manera, algunos de estos adjetivos nos permiten determinar que la descripción que se nos ofrece es subjetiva, toda vez que nos ofrecen una valoración u opinión personal del narrador. Tal y como vemos en: “heroica, noble o leal” en referencia a la ciudad, o en “delicado —himno—, dulces —líneas de belleza—” referidos a la torre de la catedral.
Asimismo, en tanto que texto literario, se utilizan numerosos recursos retóricos o estilísticos en la descripción. De esta forma, por ejemplo, encontramos comparaciones: “como mariposas que se buscan y huyen”, “cual turba de pilluelos”, “como dormidas un momento”, o “como señoritas cursis que aprietan demasiado el corsé”.
También metáforas: “poema romántico de piedra” o “índice de piedra que señalaba al cielo”; y personificaciones o prosopopeyas: “brincaban de nuevo sobresaltadas” o “haciendo equilibrios de acróbata en el aire”.
Se podría considerar como personificación los atributos y acciones referidos a la ciudad de Vetusta: “la heroica ciudad dormía la siesta” o “Vestuta, la muy noble y leal ciudad, hacia la digestión […], y descansaba oyendo […]”, aunque, en nuestro caso consideramos que se trata de una hipálage, toda vez que otorga a la ciudad las cualidades y hechos de sus habitantes.
Otros elementos lingüísticos
Por último, si analizamos los verbos del texto, observamos el empleo de verbos de estado —ser, estar o parecer—: “era, era, era”, característicos del texto descriptivo. Si bien, los que más abundan en este fragmento son los verbos de acción o proceso: “dormía, empujaban, rasgaban, iban, buscan, huyen, etc.”.
Lo que incide en lo que hemos comentado con anterioridad de que se trata de una narración en la que predomina la descripción. Además de que esta es dinámica, de ahí, una vez más, el predominio de los verbos de acción.
Igualmente, es característico de los textos descriptivos el uso de enumeraciones, como vemos en: “los remolinos de polvo, trapos, pajas y papeles que iban de arroyo en arroyo, de acera en acera, de esquina en esquina” o “más flacas que esbeltas, amaneradas, como señoritas cursis que aprietan demasiado el corsé”.
Finalmente, y a modo de conclusión, observar que la sintaxis es compleja y variada. Así, encontramos desde oraciones simples: “la heroica ciudad dormía la siesta”, hasta subordinadas: “el viento Sur, caliente y perezoso, empujaba las nubes blanquecinas que se rasgaban al correr hacia el Norte”, enlazadas con un estilo sutil y preciosista.
De este modo, todos los rasgos analizados dan testimonio de un texto muy elaborado con una pretensión estética. Donde destaca la belleza con que se nos ofrece la descripción de la ciudad de Vetusta y se nos incita a transportarnos a sus calles para formar parte de la historia que en ella se va a desarrollar.
Conclusión
Esperamos que nuestro ejemplo de comentario de un texto descriptivo os pueda servir como modelo. Es preciso tener en cuenta que un comentario siempre estará incompleto, pues son infinitos los elementos que se pueden analizar.
No obstante, en este análisis del texto descriptivo de La Regenta hemos desarrollado sus funciones del lenguaje, su temática y resumen del contenido, su tipología textual y estructura, así como los elementos lingüisticos más destacados del texto y una breve conclusión.
Ya sabéis, si tenéis alguna duda o queréis comentar sobre el ejemplo de análisis, podéis dejarnos una respuesta más abajo.