Si queremos saber cómo comentar o analizar un poema, hemos de tener en cuenta los distintos elementos que lo componen. De este modo, en atención a la forma y estructura de la poesía, es preciso dominar, entre otros, conceptos como la rima y los tipos de versos.
Por norma general, la rima se asocia a la métrica para configurar las diferentes clases de estrofas poéticas que hay —como un terceto o un cuarteto—, o bien, para constituir poemas no estróficos —como en el romance—.
Por tanto, cuando se realiza las escansión de los versos —el cómputo silábico—, también se analiza la rima del poema. Ahora bien, ¿qué es la rima y cómo se localiza en una poesía? Vamos a verlo:
La rima
Si tenemos en cuenta que entre los géneros literarios el lírico es el único que presenta un componente musical, esto hace que los poetas se sirvan de recursos estilísticos como la métrica y la rima para conseguir una cadencia sonora. Es el elemento rítmico que escuchamos cuando alguien recita una poesía.
De este modo, la rima se refiere a la coincidencia de sonidos vocálicos y consonánticos, o solo vocálicos, que se da entre dos o más versos, a partir de la última sílaba acentuada de cada verso.
Es decir, en un poema tendremos que marcar la sílaba tónica de la última palabra de cada verso, y observar cuáles son los sonidos —de las vocales y las consonantes— que se repiten en la sucesión de los versos.
Las rimas se disponen en función del esquema métrico de que se trate. Esto es, no es lo mismo el orden en la rima de un soneto que —en su configuración clásica— es ABBA – ABBA – CDC – DCD, que la rima de un romance en la que solo riman los versos pares, quedando los impares sueltos: -a-a-a-a-
Rima consonante
Si a partir de la sílaba tónica se repiten las vocales y las consonantes, hablamos de rima consonante. Con un ejemplo lo tendremos más claro. Nos servimos de unos versos de Garcilaso de la Vega:
(Vamos a señalar en negrita las letras que se repiten a partir de la sílaba tónica —que está resaltada en violeta—.)
¡Oh/ dul/ces/ pren/das/ por/ mi/ mal/ ha/lla/das/, 11A
dul/ces/ y a/le/gres/ cuan/do/ Dios/ que/rí/a/, 11B
jun/tas/ es/táis/ en/ la/ me/mo/ria/ mí/a 11B
y/ con/ e/lla en/ mi/ muer/te/ con/ju/ra/das/! 11A
Vemos que el verso 1 y el 4 tienen las misma combinación -adas, y los versos 2 y 3 repiten -ía. Por tanto, es una rima consonante. Ya que se repiten tanto las consonantes como las vocales.
Rima asonante
Por su parte, en la rima asonante solo se repiten los sonidos vocálicos a partir de la última sílaba acentuada. Igualmente, vamos a verlos con un ejemplo. En este caso, unos versos de Jorge Guillén:
(El/ al/ma/ vuel/ve al/ cuer/po/, 7-
Se/ di/ri/ge a/ los/ o/jos/ 7a
Y/ cho/ca/). -¡Luz/! Me in/va/de/ 7-
To/do/ mi/ ser/. ¡A/som/bro/! 7a
Podemos observar que los versos 1 y 3 no tienen rima, puesto que en ellos no se repite ningún sonido vocálico o consonántico. En cambio, en los versos 2 y 4 sí se repiten los sonidos vocálicos, esto es, o-o, pero no las consonante. Por consiguiente, estamos ante una rima asonante.
Los tipos de versos
Los versos los podemos clasificar en función de la rima o de la métrica. De este modo, si nos fijamos en su rima, estos pueden ser:
Versos rimados: son aquellos que tienen rima, ya sea consonante o asonante. Como en los dos ejemplos usados anteriormente.
Versos sueltos: como los que hemos visto en el poema de Jorge Guillén, son los que no van a rimar en una composición poética en la que sí hay rima.
Versos blancos: en estos versos no se da rima, pero sí siguen un patrón métrico. Son lo que, por ejemplo, utiliza Lope de Vega en su “Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo”.
Versos libres: en este tipo de versos no hay ni rima ni un esquema métrico. La cadencia rítmica de estos poemas se consigue a través de otros recursos fónicos.
Si agrupamos los versos en función de la métrica, esto es, del número de sílabas que tienen, hablamos de:
Versos de arte menor y mayor
De arte menor: son los versos que tienen una medida entre dos y ocho sílabas.
Bisílabos: dos sílabas.
Hexasílabos: seis sílabas.
Trisílabos: tres sílabas
Heptasílabos: ocho sílabas
Tetrasílabos: cuatro sílabas
Octosílabos: ocho sílabas
Pentasílabos: cinco sílabas
De arte mayor: se corresponden con los versos que tienen de nueve a catorce sílabas. Los versos de quince o más sílabas no son habituales en la poesía en español.
Eneasílabos: nueve sílabas.
Tridecasílabos: trece sílabas.
Decasílabos: diez sílabas
Alejandrinos: catorce sílabas
Endecasílabos: once sílabas
Pentadecasílabo: quince sílabas.
Dodecasílabos: doce sílabas
Finalmente, decir que los versos de más de doce sílabas se denominan compuestos, toda vez que a la hora de hacer su cómputo métrico hay que analizarlos dividiéndolos en dos partes o hemistiquios. Además, en cada una de los hemistiquios rigen las reglas y licencias métricas.
Asimismo, el decasílabo, a pesar de no tener la condición de verso compuesto, también puede dividirse, a voluntad del poeta, en dos hemistiquios.
Esperamos que con nuestra entrada sobre la rima y los tipos de versos, no tengáis más dudas sobre qué es y cómo se halla la rima. Así como, sobre la manera en la que se clasifican los versos.






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