Os traemos una nueva entrega de la sección reflexionando con las tripas de nuestro compañero Pepe Caballero. En esta ocasión con las tarascadas VI, esto es, la sexta de la serie.
Según el Diccionario de la RAE, las tarascadas son un golpe, una mordedura o una herida, también como segunda acepción aparece que son un exabrupto o brusquedad con que alguien contesta a otra persona. Finalmente, como término taurino recoge que son una cornada violenta.
De este modo, la intención de Pepe Caballero al asociar esta palabra con sus reflexiones, indica una clara voluntad de no dejarnos indiferentes, de golpearnos con sus cavilaciones o, en otros casos, de dejar que las palabras supuren a través de las heridas del alma.
Escritas en estilo aforístico, las publicamos ordenadas de diez en diez, aquí os dejamos las tarascadas VI:
LI
(Todos lo tenemos)
Es cierto eso que dicen de que lo más importante en esta vida es tener un fin.
LII
(El espejo del alma)
Cómo queremos pretender saber quiénes somos si la mayor parte del tiempo ni siquiera tenemos la capacidad de ver nuestra propia imagen.
LIII
Salvo vivas excepciones, un libro no es más que la voz ajena de un muerto.
LIV
El sexo tan solo es la consecuencia vulgar del deseo. Si quieres disfrutar del primero, tendrás que sublimar el segundo.
LV
Si haces de tu corazón un cementerio de amores enterrados, ¡dalo por muerto!
LVI
El que desespera, ¿a qué espera?
LVII
Quien no crea en la justicia divina que se lo replantee, porque ha de saber que esta ya lo ha condenado a muerte…
LVIII
Cada vez que escucho o leo aquello de «en tu interior encontrarás la respuesta». Siempre me hace plantearme la inmensidad de mi mundo interior, porque, ¡joder!, ¡nunca la encuentro!
LIX
Algún día escribiré algo grande. Aunque bien pensado, por qué esperar: ALGO
LX
Está claro que soy una persona de principios, nunca consigo pasar de ahí.
Deseamos que os hayan gustado estas Tarascadas VI. Si no, también podéis dejarnos un comentario criticando a Pepe, que seguro que la energía negativa le da para escribir otras. 😉