Vamos a ofreceros unas cuantas pautas que os van a ayudar a saber cómo reconocer un texto argumentativo. Así pues, nos vamos a centrar solo en aquellos elementos que nos sirvan para clasificar un texto como argumentativo y no confundirlo con otras tipologías textuales.
Para los que quieran o necesiten profundizar en las características de este tipo de textos, en nuestra entrada sobre el texto argumentativo, analizamos los elementos lingüísticos que lo componen, su estructura y su finalidad comunicativa y pragmática.
Como es obvio, lo primero que tendremos que hacer es leer el texto, pero mientras lo leemos debemos de fijarnos en ciertos elementos que nos van a permitir determinar si estamos ante un texto argumentativo o no.
De este modo, la lectura ha de ser comprensiva, consciente. Es aconsejable —de ser posible— ir subrayando en el texto los componentes textuales que sean más relevantes, tanto a nivel lingüístico como de contenido. Si no podemos subrayar en el texto, tomaremos notas en un folio.
Cómo reconocer un texto argumentativo
Ahora bien, ¿en qué nos tenemos que fijar?
1º) Una de las características que nos va a poner sobre la pista para distinguir un texto argumentativo es la persona en la que está escrito el texto. Si tenemos en cuenta que en este tipo de texto, el autor defiende una opinión o idea, van a ser textos subjetivos.
En consecuencia, por norma general, están escritos en primera persona, ya sea del singular —yo—, ya sea del plural —nosotros/as—. Así pues, mientras leemos el texto, hemos de fijarnos en las formas verbales y en los pronombres personales.
Si tanto los tiempos verbales como los pronombres refieren a una primera persona —yo, nosotros—, es posible que estemos ante un texto argumentativo.
2º) Aunque claro, un texto escrito en primera persona también podría ser narrativo o descriptivo. Por tanto, tenemos que seguir indagando en el resto de características del texto argumentativo.
Como hemos anticipado en el primer punto, en el texto argumentativo el emisor defiende una opinión, una idea. Es por ello que la finalidad de los textos argumentativos es convencer al lector de que la tesis —opinión— que es defendida por el autor es la correcta, la válida.
Entonces, si hemos determinado que el texto está escrito en primera persona, lo siguiente es preguntarnos: ¿el autor me quiere convencer de algo? ¿Está defendiendo alguna idea u opinión? ¿Cuál es dicha idea?
3º) Finalmente, para asegurarnos de que estamos ante un texto argumentativo, que mejor que atender a su propio nombre. Es decir, un texto es argumentativo porque ofrece argumentos.
Por consiguiente, si el autor nos ofrece razonamientos, premisas o testimonios —personales o ajenos— con la finalidad de convencernos o para atacar otra opinión. Definitivamente, estamos ante un texto argumentativo.
Esperamos que os haya quedado claro cómo reconocer un texto argumentativo. Si aún así no acabáis de entenderlo o lo confundís con alguna otra tipología textual, os animamos a que nos dejéis un comentario e intentaremos solventar vuestras dudas.