Vaya por delante que este Coleccionario de insultos en español está realizado con afán jocoso divulgativo. Particularmente, y aquellos que me conocen o han tratado creo que así lo podrían atestiguar, no me considero una persona dada a insultar a los demás.
No obstante, como errare humano est, en alguna que otra ocasión también he proferido por mi boca sapos y culebras y demás grmpfxf¡sfjña que adornarían la viñeta de algún tebeo de otras épocas para ilustrar a cierto personaje despotricando.
Desde luego que desde porloscodos.com no queremos que insultes a ninguna persona, el daño que se hace a través de una ofensa o desprecio no va a compensar el enfado o la rabia que te hayan llevado a decirlo.
Siempre será mejor solucionar cualquier conflicto desde la firmeza de exigir respeto y de defender nuestra dignidad mediante el diálogo y la compostura (Si tu afán es insultar para hacer daño a otra persona, háztelo mirar…). Dicho lo cual, no es óbice para que podamos pensarlo o expresarlo en soledad o en amistosa confidencia, puesto que como dice el refranero: “no ofende quien quiere, sino quien puede”.
Coleccionario de insultos
La lengua española nos ofrece una amplia y rica variedad de calificativos, bueno, más bien descalificativos, con los que tildar a una persona de ser tal o cual o Pascual.
En cambio, la gran mayoría de los hispanohablantes se limitan a usar los consabidos capullo, idiota, mamón, desgraciado, cabrón, etc., y todas sus variantes en femenino, amén de los insultos dirigidos a las mujeres que tienden a converger en puta (¡Ay! Ya va siendo hora de superar esta palabra para denigrar a una mujer).
Es por ello que ha llegado el momento de renovar nuestro repertorio de palabrotas y sustituir los clásicos y gastados improperios por algunas de las palabras que te ofrecemos en nuestro Coleccionario de insultos en español.
Insulto para los inmaduros
Por ejemplo, hoy en día es muy común que el infantilismo abunde entre personas con cierta edad, eso que los psicólogos han dado en denominar síndromes de Simón (soltero, inmaduro, obsesivo y narcisista) y de Laura (liberada, autonóma, universitaria, racionaliza el amor) y que de toda la vida se les ha tachado de inmaduros, tanto a ellos como a ellas.
Añadir además que existen “Simonas” y “Lauros” (la igualdad ante todo). Pues bien, el diccionario recoge una palabra que, si bien se aplica a los jóvenes, es perfecta tanto por su definición como por su sonoridad y evocación para estas personas (ejem, a mí no me miren, se me rompió el espejo). Nos referimos a:
Zangolotino,na: Dicho de una persona joven: Aniñada o infantil en su comportamiento y en su mentalidad.
Seguro que conocéis a más de dos zangolotinos,nas…
Insultos para los salidos…
También es frecuente que haya personas que se excedan en los asuntos del ligue y el flirteo y no sepan distinguir cuando un no es no.
Yo entiendo que, por ejemplo, que sé yo, una argentina curtida en cien batallas en el Mar del Plata te pueda soltar un algo así tipo: “Che, pibe, por qué no te largás a rondar la concha de tu madre a ver si te vuelve a dejar entrar y renacés menos pelotudo”, pero más allá de expresiones ganadas o no a pulso, tenemos palabras que nos ayudan a calificar estos comportamientos:
Para los muy salidos -la segunda acepción-.
Rijoso,sa: 1. adj. Pronto, dispuesto para reñir o contender.
2. adj. Inquieto y alborotado ante la presencia de una hembra. Caballo rijoso.
3. adj. Lujurioso, sensual.
Para los muy pesados y empalagosos
Untuoso,sa: 1. adj. Graso y pegajoso.
2. adj. despect. De una dulzura y amabilidad excesivas en el modo de hablar y comportarse, hasta el punto de resultar falso y empalagoso. Sus modales untuosos no despertaban simpatías.
Para el pagafantas…
Chichisbeo: 1. m. Galanteo, obsequio y servicio cortesano asiduo de un hombre a una dama.
2. m. Hombre que practica el chichisbeo.
3. m. coquetería (‖ acción de coquetear).
Para el/la caradura que acaba por ligarnos
Bergante,ta: 1. m. y f. Persona pícara o sinvergüenza.
Claro, que en ese caso habrá quien nos tache de
Casquivano, na: 1. adj. coloq. alegre de cascos. U. t. c. s.
2. adj. coloq. Dicho de una persona, especialmente de una mujer: Que no tiene formalidad en sus relaciones sexuales.
O de ser (en su tercera acepción):
Perdularios, as: 1. adj. Que pierde las cosas frecuentemente. U. t. c. s.
2. adj. Sumamente descuidado en sus intereses o en su persona. U. t. c. s.
3. adj. Vicioso incorregible. U. t. c. s.
¿Sabías qué?
Existen diversos libros y diccionarios que recogen miles de palabras insultantes y descalificativas en español. Entre ellos cabe destacar “El diccionario secreto”, esto es, la obra inconclusa de Camilo José Cela con la que se propuso analizar el rico caudal de insultos en español. Otras obras son: “Para insultar con propiedad. Diccionario de insultos” de Algarabia; “El gran libro de los insultos” de Pancracio Celdrán Gomáriz, o la “Guía ilustrada de insultos” de Teresa Baró Catafau.
Seguimos descalificando
Pero vamos, cada cual que con su alegría, sus cascos y su sexualidad haga aquello que su moral le dicte, no hagamos caso de aquellos que son:
Gazmoños/as: adj. Que afecta devoción, escrúpulos y virtudes que no tiene
y mucho menos de los
Embeleco: 1. m. Embuste, engaño.
2. m. coloq. Persona o cosa fútil, molesta o enfadosa.
Puesto que siempre nos quedará el recurso de decirles que son unos:
Coprófagos/as: 1. adj. Psiquiatr. Que ingiere excrementos. U. t. c. s.
Así que ya sabéis, mis queridos y amadas, nada como ampliar el vocabulario pendejo para que ningún metiche pinche güey chinga tu madre (órale, una de “tacos” mexicanos) nos asaetee con sus memeces.
Aprovecha para ampliar tu registro de descalificativos —si es que no las conocías— y, sobre todo, dale un buen uso a este Coleccionario de insultos en español y no ofendas a nadie.
Pd. Sí, ya sé que la palabra coleccionario no está recogida en ningún diccionario. También sé que es una burda conjunción de colección y diccionario, pero alguna neurona ociosa hizo chispas en mi cerebro y me gustó tanto cuando pronuncié coleccionario de insultos en español no pude resistirme a usarla.