En nuestra entrada sobre el adjetivo en español, determinamos qué es un adjetivo y analizamos las distintas formas en las que lo podemos clasificar. Ahora vamos a ver cuáles son los grados del adjetivo y también su género y número.
En efecto, si utilizamos un criterio morfológico para abordar el estudio del adjetivo, podemos observar que se trata de una palabra variable, esto es, tiene género y número. Además, tal como comentamos en nuestra primera entrada sobre el adjetivo, este siempre va a aparecer acompañando a un sustantivo con el concuerda en género y número.
De ahí que otorgásemos al adjetivo el apelativo de Sancho Panza del sustantivo.
El género y el número del adjetivo
Lo primero que tenemos que tener en cuenta del género del adjetivo, es que no todos los adjetivos presentan variación de género. Es por ello que los clasificamos en:
Adjetivos de una terminación
Como su propio nombre indica, son adjetivos que no varían, es decir, tienen la misma terminación tanto para el masculino como para el femenino. Es lo que sucede, por ejemplo, con los adjetivos azul, feliz, grande o valiente.
De este modo, podemos decir el coche azul y la casa azul; una chica feliz y un gato feliz; una bicicleta grande y un vaso grande; o el joven valiente y la perra valiente.
Adjetivos de dos terminaciones
Realizan la flexión en género masculino y género femenino. Utilizan, por tanto, los morfemas flexivos -o y -a para diferenciar el género. Así, tenemos los adjetivos guapo/a, alta/o, listo/a, o moderna/o.
Que si los utilizamos con un sustantivo podemos ver como varían:
La chica es alta, guapa, lista y moderna.
El chico es alto, guapo, listo y moderno.
Si nos encontramos con un adjetivo que acompaña a dos o más sustantivos en singular y con diferente género (masculino y femenino), tiene que concordar con los sustantivos en plural y en masculino:
Nos pedimos una pizza y un helado inmensos.
El número del adjetivo sigue las mismas reglas generales que aplican al sustantivo. Puedes leerlas en nuestra entrada sobre el número de los sustantivos en español.
Los grados del adjetivo
Además de género y número, el adjetivo también presenta un morfema de grado que le es propio. Es decir, solo el adjetivo va a presentar variación de grado. Si bien, el grado del adjetivo nos indica en qué medida posee el sustantivo al que acompaña una cualidad.
De esta forma, los adjetivos en función de su grado pueden ser:
Adjetivos en grado positivo
Es el grado no marcado del adjetivo. Es decir, indica que no hay gradación en la cualidad expresada. Es el adjetivo en sí, en su uso normal, sin ningún cuantificador o morfema de grado.
Como, por ejemplo, podemos observar en las frases: el chico alto, la chica inteligente o la gata traviesa.
Donde vemos que los adjetivos alto, inteligente y traviesa, aparecen sin indicar una gradación, es decir, no cuantifican al sustantivo. Son, por tanto, adjetivos en grado positivo.
Adjetivos en grado comparativo
Una vez más, si vamos a lo simple, el adjetivo en grado comparativo lo que hace es comparar dos o más sustantivos entre sí. Para ello, se sirve de los adverbios más, menos o tan (o igual de) y de las conjunciones que o como.
De este modo, se establecen dos términos a comparar. El primer término de la comparación, donde el adjetivo va a ir precedido del adverbio menos (inferioridad), del adverbio más (superioridad) o del adverbio tan (igualdad). Por su parte, en el segundo término de la comparación las conjunciones que o como preceden al sustantivo comparado. Veamos unos ejemplos:
Comparativo de superioridad:
Ese coche es más rápido que el deportivo de Juan.
Comparativo de inferioridad:
Esa montaña es menos alta que el Aconcagua
Comparativo de igualdad:
Luis es tan inteligente como María / Luis es igual de inteligente que María
Hay adjetivos que no admiten gradación. Son los adjetivos relacionales, que sirven para clasificar personas o cosas, es decir, nos indican la clase o el tipo al que pertenecen. Por ejemplo, la caja metálica. Vemos que se refiere a un tipo, una clase de caja, y que no podemos decir la caja muy metálica (no tiene sentido) o la caja metaliquísima (no existe).
Adjetivos en grado superlativo
Entre los grados del adjetivo, el grado superlativo expresa la cualidad del sustantivo en su máximo grado o intensidad. Es decir, es el grado más elevado que se puede otorgar a un adjetivo. Puede ser relativo o absoluto.
El superlativo relativo implica una comparación del sustantivo, pero en ella no se expresan los términos comparados como en el grado comparativo, sino que se indica que en comparación con elementos idénticos al sustantivo, este es el de mayor grado. Así:
Juan es el más alto de la clase / Mi teléfono es el más caro del mercado.
Vemos que en ambos casos no se comparan dos términos (más alto que, más caro que), pero sí se expresa que el sustantivo posee la cualidad en su grado más elevado.
Por su parte, el superlativo absoluto señala que el sustantivo posee esa cualidad en su más alto grado sin comparar con elementos de su misma clase. Se forma con el morfema flexivo -ísimo/a o con el adverbio muy (u otro en -mente). También puede aparecer con prefijos como hiper-, mega-, etc.
Juan es altísimo / Mi teléfono es muy caro/ María es megaespabilada, etc.
Señalar que algunos adjetivos realizan el superlativo con la terminación culta -érrimo/a, como libérrimo o celebérrimos. Puedes encontrar más aquí.
También están los comparativos y superlativos irregulares como mejor, óptimo (ambos de bueno) o menor, mínimo (ambos de pequeño).
Conclusión
Para terminar, vamos a recordar que el adjetivo también puede cambiar de categoría gramatical. En efecto, el adjetivo se puede convertir en un adverbio añadiéndole el sufijo -mente: pesado -> pesadamente, inteligente -> inteligentemente. O bien, se puede convertir en un sustantivo combinándolo con un determinante “lo”: astuto -> lo astuto que es.
Esperamos que hayas entendido los grados del adjetivo y la forma en que puede construir el género. Si tienes alguna duda, no dudes en dejar un comentario y preguntar al respecto.





