Tal y como hemos visto en anteriores entradas dedicadas a las categorías gramaticales, las palabras las podemos clasificar según su función lingüística y en atención a si presentan —o no— variación de género, número o desinencia verbal. Así pues, los pronombres en español se caracterizan por ser un tipo de palabra variable y por aparecer como sustituto del sustantivo.
De este modo, lo que nos va a permitir definir al pronombre es que siempre va a sustituir a un nombre. En consecuencia, al igual que este, va a presentar variación en género, número y en algunos casos persona.
La función de los pronombres en español
En tanto que sustituto de un nombre, el pronombre desempeña sus mismas funciones. Por tanto, a nivel sintáctico, podrá ser sujeto, CD, CI, CC, Atributo, o Predicativo, entre otros. Vamos a explicarlo con un ejemplo:
¿María está bien? No la veo desde hace días.
Si analizamos las palabras en estos enunciados, podemos observar que en la segunda oración “la” se refiere al nombre propio “María”, y sustituye esta palabra en la oración para evitar una duplicidad.
Esto es, en vez de decir: ¿María está bien? No veo a María desde hace días. La lengua prefiere el uso de un pronombre para evitar la repetición.
Es por ello que, como ya hemos especificado, la función del pronombre es sustituir a un nombre para evitar duplicidades o repeticiones.
Del mismo modo, los pronombres tienen un componente deíctico. Es decir, son palabras que adquieren su significado pleno dentro de un contexto —oracional o situacional—.
Así, pronombres personales como “yo”, “tú”, o pronombres demostrativos como “este” o “aquel”, solo adquieren su sentido en el contexto en el que son expresado. Por ejemplo, en una conversación entre varias personas “yo” es quien dice “yo” en cada momento.
Cómo diferenciar los pronombres de los determinantes
El hecho de que los determinantes en español siempre vayan acompañando a un sustantivo es fundamental para diferenciarlos de los pronombres.
Puesto que la mayoría de las formas de los determinantes son coincidentes con las de los pronombres. Es decir, son las mismas palabras, pero con distintas categorías gramaticales y, por ende, distintas funciones.
De este modo, si aparece acompañando al nombre va a ser un determinante. Si por el contrario en lugar de determinar al nombre lo que hace es sustituirlo, estaremos ante un pronombre. Como siempre, con unos ejemplos lo veremos más claro:
Algunas personas prefieren el té al café. Otras detestan ambas bebidas.
En el primer caso, “algunas” acompaña al sustantivo “personas”. Concuerda en género y número con este, y nos limita —actualiza, determina— su significado. Esto es, se refiere a unas personas cualesquiera, indeterminadas. No sabemos quiénes son.
En cambio, “otras” no tiene delante ningún sustantivo, sino que lo sustituye. Se está refiendo a “personas”. El mero hecho de que no vaya acompañando a un nombre ya nos indica que no es un determinante.
La Nueva gramática de la RAE indica que es preciso modificar la denominación tradicional de los pronombres demostrativos, posesivos y numerales, en el sentido de que cuando aluden a un sustantivo referido con anterioridad, en realidad no funcionan como pronombre, sino en tanto que determinante que acompaña a un sustantivo omitido:
Me gusta esa casa. Aquella de allí no. Según la nueva terminología de la RAE, “Aquella” en este caso no es un pronombre, sino un determinante que acompaña al sustantivo tácito “casa”.
Me gusta esa casa. Aquella (casa) de allí no.
(Doctores tiene la iglesia, que decían por ahí…).
Clases o tipos de pronombres en español
Para terminar, nos falta saber cuáles son los tipos de pronombres que hay. Y son los siguientes:
Pronombre personales
Formas tónicas: yo, tú, él/ella, nosotros/as, vosotros/as, ellos/ellas. A las que hay que añadir el neutro “ello”. Mí, conmigo, contigo, ti, contigo, usted/es, sí, consigo.
Dentro de las formas tónicas es preciso tener en cuenta el voseo dialectal de algunos países americanos. Principlamente Argentina. Y consiste en el uso de “vos” como pronombre de segunda persona del singular. Este uso también afecta a la forma en la que se conjugan los verbos.
Del mismo modo, cuando se utilice el pronombre “usted” como formula de cortesía, pese a estar referido a una 2ª persona, el tiempo verbal ha de ir en 3ª persona.
Por ejemplo: Usted eligió muy bien el menú. Vemos que el verbo está en 3ª persona del singular, pero nos referimos a una 2ª persona. Si no usasemos esa formula cortés sería: Tú elegiste muy bien el menú.
Formas átonas: me, te, se, le, les, lo, la, los, las, nos, os.
Como es obvio, estos pronombres se denominan personales porque tienen persona. Así, los de primera persona se refieren al emisor. Los de segunda persona al receptor. Y los de tercera persona a la persona referida o de quien se habla.
Pronombres posesivos
Indican posesión (pertenencia o relación). Además de género y número tienen persona (1ª, 2ª o 3ª). Se clasifican en:
Formas tónicas: mío, tuyo, suyo, nuestro, vuestro, suyos. Y sus respectivos plurales o femeninos.
Es obligatorio indicar que la Nueva Gramática de la RAE considera este tipo de pronombres como adjetivos posesivos. En el sentido de que dentro de la oración aparecerán haciendo referencia a un sustantivo omitido o elidido.
En consecuencia, la función que realizan no es la de pronombre, sino la de otra categoría gramatical, esto es, la de adjetivo. Es lo que sucede en la oración: En su hotel tienen gimnasio, en cambio, el [hotel] nuestro no. Según la RAE, en este caso, hay un uso omitido de la palabra “hotel”. Por lo que en “el hotel nuestro”, nuestro sería un adjetivo posesivo y no un pronombre.
Pronombres demostrativos
Señalan la distancia en el espacio o en el tiempo del emisor con respecto a la persona gramatical.
Indican cercania: este, esta, estos, esta.
Refieren distancia intermedia: ese, esa, esos, esas.
Si indican lejanía: aquel, aquella, aquellos, aquellas.
Tienen formas neutras: esto, eso, aquello.
Con los demostrativos sucede lo mismo que con los posesivos. La Nueva Gramática solo considera como pronombres demostrativos el uso de las formas neutras. El resto de formas son consideradas pertenecientes a otra categoría gramatical, la de los determinantes.
Igual sucede con los pronombres numerales. Ahora son considerados como determinantes, por la misma causa que con los pronombres demostrativos.
Pronombres cuantificadores o indefinidos
Señalan una cantidad poco precisa o expresan indeterminación:
Cualquiera, uno, alguno, otro, ciertos, todo, poco, mucho, bastante, sendos, ambos, etc. —Y sus respectivas formas femeninas y plurales—.
Pronombres interrogativos y exclamativos
Sirven para interrogar o exclamar:
Qué, cuánto/a, cúantos/as, cuál, cuáles.
Pronombres relativos
Son aquellos que se utilizan para referir a un antecedente —persona o cosa— que ya se ha dicho:
Que, cual, quien o cuyo.
La casa que me he comprado tiene un jardín precioso. –> “Que” es un pronombre que sustituye a “casa”, e introduce en este caso una oración subordinada de relativo con antecedente expreso.
Esperamos que os haya quedado claro el uso de los pronombres en español y cómo distinguirlos de otras categorías gramaticales. Como siempre, si tenéis alguna duda al respecto, podéis dejar un comentario más abajo.