En esta entrada te ofrecemos unas sencillas pautas para que sepas cómo reconocer un texto descriptivo.
Si tenemos en cuenta que en cualquier análisis de texto las tipologías textuales son una parte fundamental que debemos de incluir en nuestro comentario, saber distinguirlas se convierte en un elemento clave.
Aquí no vamos a profundizar en las características de esta modalidad textual, sino que nos centraremos en analizar aquellos elementos que nos permitan afirmar que un texto es descriptivo.
Para ello, vamos a continuar con el mismo modelo o esquema que os aconsejamos seguir en la entrada en la que os indicamos cómo reconocer un texto expositivo. Toda vez que aprender un mismo modelo de comentario nos va a facilitar la tarea de enfrentarnos a un análisis textual.
Así pues, lo primero que tendremos que hacer es leer el texto, pero mientras lo leemos debemos de fijarnos en ciertos elementos que nos van a permitir determinar si estamos ante un texto descriptivo —o no—.
Es decir, la lectura ha de ser comprensiva, consciente. Es aconsejable —de ser posible— ir subrayando en el texto los componentes textuales que sean más relevantes, tanto a nivel lingüístico como de contenido. Si no podemos subrayar en el texto, tomaremos notas en un folio. Si estamos en un examen, el trabajo previo nos dará la confianza de saber qué tenemos que hacer.
Cómo reconocer un texto descriptivo
El siguiente paso es determinar cuáles son esos elementos que hemos de buscar en la lectura. Para ello tenemos que tener en cuenta la intención del emisor, ciertas características gramaticales del texto y de qué se habla en el contenido de este. Vamos a organizarlo en tres partes:
1º)
En efecto, uno de los elementos indicativos de que un texto es descriptivo es la finalidad —intención— del texto. Dicho de otro modo, ¿qué es lo que me quiere transmitir el emisor del texto? ¿Para qué sirve este texto? ¿Cuál es su finalidad?
El texto descriptivo nos dice cómo es “algo”, ya sea una persona, un animal, un objeto, un paisaje, etc., es decir, nos da sus características físicas, así como sus cualidades psicológicas, afectivas o morales, en el caso de poseerlas —una persona, un animal—.
¡Cuidado! Son muchos los que se confunden a la hora de determinar si un texto es descriptivo o expositivo. Si queremos no cometer una equivocación al respecto, tenemos que fijarnos en que el texto descriptivo nos dice cómo es una persona, animal, cosa o lugar.
Por ejemplo, es como si alguien nos preguntase ¿qué ves en la foto con la que acompañamos esta entrada? Responderemos con un texto descriptivo. Es un camaleón que tiene distintas tonalidades de color en su piel, su postura es estática, parece estar vigilando una posible presa. Tiene una especie de puas o espinas a lo largo de su espalda, etc.
Pero en el texto expositivo no se da esa función descriptiva, no se dice cómo es “una cosa”, sino que se explica y da información sobre alguna cuestión. Es decir, ¿qué es esa “cosa”? Por tanto, exponer —explicar— no es describir.
Siguiendo con el ejemplo de antes, es como si alguien nos preguntase ¿qué es lo de la foto? Y respondemos: es un camaleón, esto es, un réptil que pertenece a la familia de los saurópsidos escamosos. Su esperanza de vida se estima en torno a los 5-6 años para el común, etc. Explicamos, no describimos.
2º)
El siguiente elemento que hemos de tener en cuenta es el de los tiempos verbales empleados en el texto. En un texto descriptivo, por norma general, los verbos más utilizados van a ser los copulativos (ser, estar o parecer). Toda vez que estos verbos los utilizamos para otorgar atributos a un sujeto: Juan es alto. Que es lo que hacemos cuando describimos.
Asimismo, también son frecuentes verbos de posesión: tiene, posee, detenta, atesora, haber, etc. Como, por ejemplo, en “Tiene los ojos muy bonitos”, o “En la pared del fondo hay dos cuadros antiguos”. O verbos de los sentidos: “Veo una casa al fondo, más allá, puedo observar amplios campos de maíz”.
A diferencia del texto expositivo en el que los verbos están en 3ª persona —como marca de objetividad—, en los textos descriptivos los verbos pueden aparecer también en 1ª persona cuando nos describimos a nosotros mismos. Por ejemplo, en la rima XI de Bécquer: “Yo soy ardiente, yo soy morena, yo soy el símbolo de la pasión”.
Del mismo modo, en el texto expositivo puede haber descripción —en tanto que tipología secundaria—, pero esta se incluye dentro de la explicación que se nos dé sobre el tema explicado. Por ejemplo, siguiendo con el ejemplo del camaleón, en un texto expositivo se podría indicar sus características físicas.
3º)
Por último, nos vamos a fijar en el contenido del texto. En este podemos observar que de forma continua se nos describe cómo es “algo”. Además, la pretensión del emisor no es explicarnos qué es ese “algo”, sino decirnos cómo es, detallar cuáles son sus características físicas, psicológicas, o una mezcla de ambas.
Igualmente, en el contenido de esta clase de textos van a ser abuntandes los sustantivos y los adjetivos calificativos.
Recapitulando cómo reconocer un texto descriptivo
Si el texto está escrito con verbos copulativos, de posesión o de los sentidos, si tiene la intención o finalidad de decir cómo es “algo” o “alguien” desde un punto de vista físico o piscológico, y son abundantes los sustantivos y adjetivos calificativos, pero no se ofrece ninguna explicación sobre qué es ese “algo” o “alguien”, vamos a estar ante un texto de tipo descriptivo.
Esperamos que os haya quedado claro cómo reconocer un texto descriptivo. Si no terminas de verlo o no lo tienes lo suficientemente claro, no tengas reparos en dejar un comentario con tus dudas. Te responderemos a la mayor brevedad posible.





