Una de las variables que hemos de tomar en consideración cuando realizamos el comentario o análisis de un poema es la métrica. De este modo, para poder realizar de forma correcta la escansión de los versos —el cómputo silábico—, es preciso conocer las reglas y licencias métricas.
Como todos sabemos, entre los géneros literarios, el lírico es el único que presenta un componente musical. De hecho, el nombre de lírica proviene de lira, un instrumento de cuerda con cuya música los antiguos poetas acompañaban sus versos.
Entre las distintas formas de conseguir el ritmo musical en un poema destacan la rima y la métrica. Si bien no son las únicas —en el verso libre se utiliza una serie de recursos fónicos que también otorgan esa cualidad rítmica a la poesía—, son las que analizaremos en esta entrada. Vamos a ello:
Conceptos usados en poesía
Antes de entrar en materia con las reglas y licencias métricas, no está de más repasar algunos de los conceptos que vamos a utilizar en un análisis métrico o en el comentario de un poema. Así pues, usaremos palabras tales como poema, verso, métrica o rima.
Cuando hablamos de poema nos estamos refiriendo a una composición lírica en verso. Dicho de otro modo, es la forma que adoptan los versos cuando se agrupan entre sí para formar una composición de carácter lírico. También existe la poesía en prosa. Cuando es así, se especifica que es un poema en prosa.
El verso es cada una de las líneas que componen el poema. En el verso las palabras están sujetas a una medida y cadencia —el ritmo—, o solo a una cadencia. En contraposición a la prosa, el verso adquiere una peculiar forma de disposición en la escritura. De ahí que solo por su forma de representación escrita, somo capaces de discernir que estamos ante un poema.
La métrica estudia las diferentes combinaciones en las que se pueden configurar los versos en un poema y la forma en la que estas se estructuran. Como veremos, hay poemas que siguen un patrón métrico y otros que no.
La rima se refiere a la coincidencia de sonidos vocálicos y consonánticos, o solo vocálicos, que se da entre dos o más versos, a partir de la última sílaba acentuada de cada verso. Por cierto, os la explicamos en nuestra entrada sobre la rima y los tipos de versos.
Las reglas métricas
Para hacer la escansión de los versos, esto es, contar las sílabas que hay en cada verso, hemos de tener en cuenta, en primer lugar, las reglas métricas. Puesto que son obligatorias y se dan en todos los versos.
Las reglas métricas afectan a la acentuación de la última palabra de cada verso.
Así, si la última palabra del verso es aguda debemos de añadir una sílaba más al cómputo silábico. Por ejemplo, si hacemos la escansión del primer verso del soneto XXVII de Garcilaso, vemos que:
A/mor/, a/mor/, un/ há/bi/to/ ves/tí/ 10+1=11
El verso tiene 10 sílabas, pero como la última palabra es aguda, sumamos otra sílaba.
En cambio, si la última palabra del verso es llana, el verso se queda con el mismo número de sílabas. Como podemos ver en este verso de Quevedo:
[…] la/ com/pa/ñí/a/, se/di/ción/ y/ gue/rra/. 11
El verso tiene 11 sílabas, y al ser la última palabra de este llana, se queda como está.
Finalmente, si la última palabra del verso es esdrújula, al verso hay que restarle una sílaba. Es lo que sucede en este verso de Antonio Machado:
[…] en/ las/ ho/ras/ más/ plá/ci/das/? 8 – 1 = 7
Como vemos, al ser esdrújula la última palabra del verso se le resta una sílaba.
Las licencias métricas
Por su parte, las licencias métricas no se van a dar en todos los versos, ya que son “libertades” que se conceden los poetas para ajustar el computo silábico a una medida. De este modo, pueden aparecer o no en un poema. La más usual de todas es la sinalefa, aunque también están la diéresis y la sinéresis —que es la menos habitual— :
La sinalefa
Se produce cuando en un mismo verso una palabra termina en vocal y la siguiente palabra también comienza con otra vocal, entonces ambas se unen en un único golpe de voz y, en consecuencia, se cuentan como una única sílaba.
[…] no/ con/ lla/ma en/ ce/ni/zas/ es/con/di/da/ 11
Vemos que la palabra “llama” acaba en vocal átona y la siguiente “en”, también empieza por vocal átona. Por tanto, se unen en una sílaba.
Hay que tener en cuenta que la sinalefa puede no darse si la vocal de la segunda palabra empieza por una sílaba tónica, o bien, si se da una pausa fónica entre ambas palabras. Asimismo, la “h” al ser muda, no impide la sinalefa. Es lo que sucede con este verso de Bécquer:
Tú e/ras/ el/ hu/ra/cán/ y/ yo/ la/ al/ta/ 11
Podemos observar que entre “Tú” y “eras”, sí se da una sinalefa, puesto que fonéticamente ambas palabras se pronuncian en una sílaba, pero, en cambio, entre “la” y “alta” no se produce esa unión, puesto que al ser la “a” de “alta” tónica, no se enlaza con la “a” previa. En consecuencia, no hay sinalefa.
La diéresis
Consiste en una licencia por la cual el poeta rompe un diptongo dentro de una palabra para poder ajustar el cómputo métrico en un verso. Esto es, dos vocales que tendrían que ir unidas en una sílaba —por formar un diptongo—, el poeta las separa en dos sílabas para que “le salgan las cuentas métricas”. Lo vemos, por ejemplo, en el Polifemo de Góngora:
Don/de es/pu/mo/so el/ mar/ si/ci/lï/a/no/ 11
En siciliano hay un diptongo, por tanto, la separación silábica es si/ci/lia/no. El poeta, para ajustarse a la medida del verso —once sílabas, en este caso—, decide añadir una diéresis o trema (¨) para romper el diptongo y así contar una sílaba más.
Lo vemos, asimismo, en este verso de Lope de Vega:
[…] be/ber/ ve/ne/no/ por/ li/cor/ sü/a/ve/ 11
La sinéresis
Es la licencia métrica que goza de peor fama. En el sentido de que es considerada como un recurso de poetas ripiosos… En cualquier caso, ha sido utilizada por muchos grandes de la poesía.
Al contrario que en la diéresis, en la sinéresis se unen en una única sílaba dos vocales que forman un hiato y, por consiguiente, deben de contarse como sílabas separadas. De este modo, dos vocales que aparecen separadas —por ser un hiato— se agrupan en una sílaba para que al poeta “le salgan las cuentas”. Como le sucede a Bécquer en este verso:
[…] la ex/pre/sión/, fuen/te e/ter/na/ de/ poe/sí/a 11
Si hacemos la separación silábica de la palabra poesía tenemos: po/e/sí/a. Por tanto, Bécquer utiliza una sinéresis para unir en una única sílaba, dos vocales que han de ir en sílabas separadas.
Para gustos los olores, pero quien diga que Bécquer es ripioso…
Esperamos que os hayan quedado claras las reglas y licencias métricas y que cuando tengáis que enfrentaros al análisis métrico de un poema no tengáis más dudas y sepáis cómo se aplican.
También vodéis ver algunos ejemplos de comentarios de poesías que hemos realizado: análisis de la rima XI de Bécquer o análisis de “Mientras por competir con tu cabello” de Góngora.
En cualquier caso, si aún así os queda alguna duda, podéis dejarnos un comentario y os ayudaremos con gusto.





