Vamos a dar unas pautas sobre cómo hacer un buen resumen, puesto que es una herramienta fundamental para planificar el estudio y también para comprender y analizar un texto. Y qué mejor que resumirlas en un decálogo:
1° Puede parecer de perogrullo empezar diciendo que lo más importante a la hora de hacer un resumen es leer el texto. Pero, es que no nos va a servir solo con leerlo. Tenemos que hacer una lectura consciente, comprensiva, que nos permita entender la intención del autor y el mensaje que pretende transmitirnos. Para ello, mientras leemos vamos a prestar atención en los elementos que desarrollamos en los siguientes puntos.
2° En efecto, cuando comencemos con la lectura, el primer factor en el que tenemos que reparar es, precisamente, en quién emite el mensaje. Es decir, en el texto que estoy leyendo ¿hay un narrador (texto narrativo/literario), son los propios personajes los que hablan (texto dramático/literario), o el autor emite de forma directa su mensaje (texto no literario)?
3° Una vez que hayamos determinado el quién, nos vamos a fijar en el qué. Esto es, cuál es el tema principal del que se está hablando, o qué se nos está contando. Para ello, nos vamos a fijar en las recurrencias, es decir, la idea que más se repite en el texto y tiene el carácter de idea principal (pueden aparecer otras ideas secundarias relacionadas, o no —digresión—, con la principal).
En este punto, es conveniente —de ser posible— ir subrayando las palabras claves: aquellas cuyo significado transmiten la carga semántica del texto.
Cuando realicemos el análisis lingüístico de un texto, el resumen es una manera perfecta de comenzar, puesto que nos va a permitir establecer el tema y las ideas principales. A partir de ahí, podremos profundizar en los distintos elementos que componen el texto.
4° Teniendo ya claro cuál es la idea principal, vamos a escribir el tema del texto. Lo vamos a desarrollar en una línea y básicamente, responde a la pregunta: ¿de qué va el texto?
Por ejemplo, podríamos decir que el tema del Quijote es el de un señor cincuentón que de tanto leer libros de caballerías, acaba por creerse un caballero andante y se lanza a vivir aventuras disparatadas.
No cabe duda de que en la genialidad de Cervantes caben infinitas lecturas e interpretaciones, pero la síntesis, la idea principal no deja de aproximarse a la que hemos planteado. Por consiguiente, si de un libro tan denso —en todos los sentidos— se puede extraer el tema en una línea, da por seguro que también podrás hacerlo de un texto más reducido.
5° Llegados a este punto de la lectura, lo único que nos falta es determinar la intención del autor del texto, que la podemos enlazar con las tipologías textuales:
¿Me está diciendo cómo es algo o alguien? (Texto descriptivo)
¿Me está narrando/contando lo que les sucede a ciertos personajes? (Texto narrativo)
¿Me quiere convencer de algo? (Texto argumentativo)
¿Reproduce un diálogo entre varias personas? (Texto dialógico)
¿Me está dando explicaciones o información sobre un tema dado? (Texto expositivo)
O, ¿me está dando normas o instrucciones? (Texto normativo/instructivo).
6° Con toda la información que hemos extraído del texto, y partiendo del tema o idea principal que ya hemos puesto por escrito, vamos a empezar a escribir nuestro resumen. Si se nos ha escapado algo, no lo dudes, vuelve a leer el texto hasta que se tengan claros los puntos anteriores.
7° Recuerda que en el resumen no has de copiar ni transcribir directamente del texto. Al contrario, se trata de explicar con tus propias palabras de qué va el texto. Otra cosa, el resumen se escribe siempre en 3ª persona, no puedes escribir un resumen como si fueses tú el que habla (1ª persona).
8° La brevedad es otra de las características de un resumen. Con 5 o 6 líneas hemos de ser capaces de sintetizar un texto. Si resumimos un libro o un texto denso podemos utilizar más. En verdad, no hay un número exacto de líneas, pero sí esa condición de brevedad (que no escasez).
9° Escribimos nuestro resumen a modo de borrador. Como ya hemos comentado, el tema nos puede servir de punto de partida (como idea principal), a partir del cual vamos a añadir el resto de puntos claves que refuerzan o configuran esta idea.
Si seguimos con el ejemplo del Quijote, nuestro resumen podría ser el siguiente:
Alonso Quijano, un hidalgo cincuentón, de tanto pasar sus días entre lecturas de libros de caballerías, acaba por confundir realidad y ficción, y creyéndose un caballero andante decide salir en busca de aventuras. Siguiendo los cánones de la caballería, se pertrecha de armadura, de un rocín, inventa una amada e incluso consigue convencer a un villano, Sancho Panza, para que como escudero lo acompañe en su disparatada carrera. Sus aventuras nos van a sumergir en un juego literario donde se van a difuminar los límites entre locura y cordura, entre ficción y realidad.
10° Para terminar, repasamos la redacción, la ortografía y que nuestro resumen refleja la esencia, lo principal del texto de referencia. Si hemos de corregir o quitar algunos elementos porque nos estamos excediendo, es el momento de hacerlo antes de pasar nuestro borrador a limpio.
Como ves, empezamos desarrollando de forma directa el resumen, no utilizamos coletillas del tipo: “En este texto”, “en este libro”, etc. No pasa nada por utilizarlas, no hay nada incorrecto en ellas, pero nos están quitando espacio y no aportan nada. Así que si queremos ser breves y concisos, es mejor evitarlas.
Y estos son los 10 puntos que te pueden ayudar a saber cómo hacer un buen resumen, nada mejor que ponerlos en práctica para ir ganando soltura y confianza, así que te animamos a que resumas varios textos y si tienes alguna duda o no entiendes cualquiera de los puntos que hemos señalado, no dudes en dejarnos un comentario al respecto.





