El verbo es, sin duda, la categoría gramatical más compleja que encontramos entre las distintas clases de palabras. Toda vez que presenta flexión de persona, número, tiempo, aspecto y modo. Si bien, no todas las formas verbales cumplen con esas características. Nos referimos a las formas no personales del verbo en español.
En efecto, como su propio nombre indica, no presentan flexión de persona. Esto es, no tienen ni 1ª, ni 2ª, ni 3ª persona. Tampoco van a variar en cuanto al tiempo (presente, pretérito o futuro/condicional) o al modo (indicativo, subjuntivo o imperativo).
En cambio, el participio sí presenta flexión de número —singular o plural—, pero el gerundio y el infinitivo no. En cuanto al aspecto —perfecto o imperfecto—, el infinitivo tiene un aspecto neutro, el participio es perfectivo y el gerundio durativo.
Como puedes ver, ya hemos nombrado las tres formas no personales del verbo. También llamadas verboides o formas no conjugadas. Es decir, el infinitivo, el participio y el gerundio.
Vamos a indagar en cada una de ellas. ¡Adelante!
Las formas no personales del verbo en español
En nuestra entrada sobre la morfología de los verbos regulares, determinamos que a partir del infinitivo podíamos obtener la raíz del verbo a través de la cual realizar la flexión verbal. Por consiguiente, es el verboide que va a marcar la conjugación de las formas personales. Así que empezamos con él:
El infinitivo en español
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que en español existen tres conjugaciones:
Verbos en —ar, verbos en —er y verbos en —ir. Que se corresponden con las terminaciones del infinitivo: am-ar, com-er y viv-ir.
Por tanto, el infinitivo va a tener como marca forma su terminación en -r, y la vocal de la que se acompaña, será lo que llamamos vocal temática –a, –e, –i. Afectando así a la forma en la que conjugamos los verbos.
Así mismo, es preciso señalar que el infinitivo puede aparecer tanto en su forma simple, como un compuesto junto al verbo haber. Esto es, verbo haber en infinitivo + participio del verbo que se conjuga.
De este modo, su derivación morfológica es la siguiente:
Uso del infinitivo en español
En cuanto al uso del infinitivo, hemos de tener en cuenta que puede presentar una naturaleza verbal o nominal, en función del contexto en el que se emplea y de la forma en la que se construye.
Así pues, en tanto que verbo, va a expresar una acción, un estado o un proceso. Pero como no expresa tiempo, lo va a tomar de los verbos a los que se subordina. Puesto que, por lo general, va a aparecer en oraciones subordinadas o formando una perífrasis verbal.
Vamos a ver un ejemplo: “Quiero aprender las formas no personales del verbo en español”. –> Donde aprender es un infinitivo con valor verbal —refleja un proceso—. Asimismo, observamos que no tiene persona, puesto que la toma del verbo al que está subordinado (yo quiero).
Por su parte, cuando aparece con valor nominal, el infinitivo adopta la forma de un sustantivo. En consecuencia, puede ir acompañado de determinantes o adjetivos.
Como vemos en: “El saber no ocupa lugar”. –> Donde saber es un infinitivo con valor nominal, de ahí que vaya acompañado de un determinante.
El participio en español
Entre las formas no conjugadas del verbo en español, es la única que presenta flexión de género y de número. De ahí que se hable de su carácter adjetival, puesto que puede aparecer como un modificador nominal.
Del mismo modo, su aspecto es perfectivo. Es decir, expresa una acción, estado o proceso acabado. Si bien, en ocasiones, puede expresar simultaneidad.
En cuanto a su forma, se caracteriza por su terminación en -do, que aparece junto a la vocal temática del verbo del que se trate. Esto es, -ado, para la 1ª conjugación, e ido, para la 2ª y 3ª conjugación.
Igualmente, es necesario remarcar que esas son las terminaciones de los verbos regulares, puesto que los participios de los verbos irregulares presentan otras formas: -to (abierto, absuelto) , -cho (hecho, dicho).
También hay un único participio acabado en -so (impreso), que presenta una forma doble: imprimido o impreso. De hecho, solo existen en español tres participio dobles, el ya referido imprimido/impreso, freír (freído/frito) y proveer (proveído/provisto).
El participio, a diferencia del infinitivo y del gerundio, solo aparece en su forma simple:
Uso del participio en español
Una de las principales funciones del participio es la de formar los tiempos verbales compuestos. En efecto, siempre aparece junto al verbo haber (conjugado) en la construcción de los compuestos. Como, por ejemplo, en el pretérito perfecto compuesto: “hemos aprendido“.
En tanto que forma verbal, también aparece en las perífrasis verbales: “Tengo hecha la comida”.
De igual modo, y como ya hemos comentado, el participio se utiliza como un modificador nominal. De ahí que se asemeje al adjetivo en cuanto a sus características flexivas (género y número).
Por tanto, puede aparecer modificando a un sustantivo: “La casa encendida “, o en función de atributo: “La suerte está repartida“.
El gerundio en español
Por último, entre las formas no personales del verbo en español, encontramos el gerundio. Que se va a caracterizar por presentar la desinencia -ndo añadida a la raíz del verbo y a la vocal temática. Esto es:
Gerundio = Raíz del verbo + vocal temática + ndo
Al igual que en el infinitivo, presenta una forma compuesta. Formada por el gerundio del verbo haber y el participio del verbo que se conjuga:
Como podemos observar, en los verbos de la 2ª y la 3ª conjugación, la vocal temática -i diptonga en -ie.
Com/er –> de donde la raíz= com- + la vocal temática -i que diptonga en -ie (comie) + ndo (comiendo).
Uso del gerundio en español
Al contrario que el infinitivo —que puede tener un valor nominal— o el participio —que puede tener un carácter adjetival—, la función del gerundio va a ser únicamente verbal. En consecuencia, es incorrecto utilizarlo como modificador del sustantivo.
En su condición de forma verbal, el gerundio tiene un aspecto imperfectivo de carácter durativo. Esto es, la acción, proceso o estado expresados por este verboide indica, por lo general, un tiempo simultáneo al del verbo principal al que acompaña.
Dicho de otro modo, la acción indicada por el gerundio ocurre a la vez que lo expresado por el verbo principal.
Así, va a aparecer en perífrasis verbales: “Continuamos aprendiendo el uso de los verbos”. O bien, como complementos en el predicado: “Hizo la comida escuchando música clásica” (Circunstancial) o “Lo descubrí mirándome” (Predicativo).
Conclusión
En resumen, podemos determinar que las formas no personales del verbo en español son el infinitivo, el participio y el gerundio.
Las tres tienen carácter verbal, pero además el infinitivo y el participio presentan una doble naturaleza, lo que afecta al modo en que son usados según la forma que adoptan en un enunciado.
Si tenéis alguna duda al respecto de los verboides en español, podéis dejar un comentario más abajo.